Salvo que Pedri arrastre secuelas de lesiones ocurridas en aquella época, la explicación a esta sucesión de lesiones hay que buscarla en otra parte, máxime cuando actualmente somos muy cautos a la hora de recomendar la vuelta a los terrenos de juego después de una lesión muscular, precisamente para evitar recaídas.

De esta manera, habría que indagar en la forma actual de entrenar de Pedri y ver si coincide con una tendencia peligrosa que vemos con cierta frecuencia en nuestras consultas, que no es otra que centrarse demasiado en el trabajo de gimnasio para potenciar la musculatura al máximo, descuidando otras facetas vitales para el deportista, como son la coordinación, la elasticidad y el entrenamiento específico de las técnicas y movimientos propios de cada disciplina, así como la morfología y la forma física de cada profesional.

De esta manera, es recomendable guardar un equilibrio entre el trabajo de fuerza y resistencia con respecto al de flexibilidad y elasticidad, con el fin de que la musculatura trabaje más cómodamente, sin riesgo de romperse.

Asimismo, es necesario combinar las sesiones de trabajo en el gimnasio con el llamado entrenamiento natural (en el caso del fútbol, correr, hacer sprints, saltar para rematar a puerta, frenar la carrera, cambiar de dirección…) con el fin de que todos los grupos musculares trabajen y se desarrollen de manera armónica y no se produzcan lesiones derivadas de haberse ejercitado únicamente en el gimnasio, donde es más probable que surjan desequilibrios derivados de trabajar más unas fibras que otras.

Es recomendable guardar un equilibrio entre el trabajo de fuerza y resistencia con respecto al de flexibilidad y elasticidad

    Asimismo, es necesario combinar las sesiones de trabajo en el gimnasio con el llamado entrenamiento natural (en el caso del fútbol, correr, hacer sprints, saltar para rematar a puerta, frenar la carrera, cambiar de dirección…) con el fin de que todos los grupos musculares trabajen y se desarrollen de manera armónica y no se produzcan lesiones derivadas de haberse ejercitado únicamente en el gimnasio, donde es más probable que surjan desequilibrios derivados de trabajar más unas fibras que otras.

    Un ejemplo que podríamos poner con respecto al fútbol lo encontramos en el trabajo de cuádriceps. Cuando este músculo se ejercita de modo natural (corriendo) sus cuatro vientres se potencian de manera coordinada porque responden a un gesto que se lleva a cabo normalmente en este deporte.

    Sin embargo, trabajar el cuádriceps únicamente con pesas y máquinas aumenta la probabilidad de que alguno de estos vientres se potencie más que otro, de manera que, al trabajar en el campo coordinando carrera, arranques explosivos, saltos y frenadas, acaben lesionándose. El vientre muscular más débil lo hará por no estar suficientemente preparado para el esfuerzo y el vientre muscular más fuerte puede romperse por no poder responder adecuadamente al sobreesfuerzo que supone ser el más demandado, sobre todo en movimientos explosivos.

    En definitiva, si hay que buscar una explicación a las lesiones del jugador del FC Barcelona, no hay que echar la vista a su época de juvenil, sino las peculiaridades de su entrenamiento actualmente para poder corregir posibles desajustes.